En la actualidad, casi la totalidad de las instituciones educativas están trabajando bajo el enfoque de competencias. Sin embargo, en muchas de ellas se piensa que lo único que cambia es el nombre de las cosas, por lo que siguen haciendo lo mismo de antes, pero llamándolo de diferente manera.
Para los que hemos profundizado un poco en el significado de este enfoque educativo, resulta evidente la incongruencia que existe entre dicho enfoque y un gran número de prácticas educativas.
El objetivo de este artículo es hacer patentes estas incongruencias.
Durante el semestre pasado (Agosto del 2016 a Enero del 2017) impartí el seminario de Filosofía de la Educación, dentro del programa de Doctorado en Educación, en el Instituto Dídaxis de Estudios Superiores, en Torreón, Coahuila, México.
Este seminario me inspiró a filosofar un poco. Como resultado, escribí un ensayo sobre la sabiduría y el poder del cuerpo humano, el cual pongo ahora a disposición de los lectores.
